LA LECTURA

Nos une y enriquece la lectura, un tesoro misterioso, líneas de silencio que nuestros ojos reviven cada vez que las surcamos.

miércoles, 16 de marzo de 2011

RECOMENDACIÓN DE LECTURAS

PATRICIA JARAQUIDES RECOMIENDA....
Patricia Jaraquides dijo...
Hola. Había leído en otro post que podíamos recomendar libros. A mí me gusta leer mucho, y recomiendo "Memorias de Idhún", de Laura Gallego, "Corazón de Tinta", de Cornelia Funke, y por supuesto, "Harry Potter", de JK Rowling. También escribo cuentos.

4 comentarios:

  1. Leer y escribir, qué buena conjunción Patricia. Ánimo en las dos tareas y que las disfrutes. ¿Qué tal colgar un pequeño relato o poesía si los tienes?

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  2. ¿Quereis leer algo? Sólo tengo relatos, pero son largos. ¿Os puedo mandar uno que les escribí a mis compañeros de clase el año pasado? Tiene cinco páginas... y es divertido :)

    ¿Os sirve eso? ¿Cómo os lo mando?

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  3. Podéis enviar vuestros trabajos a biblioiescazorla@gmail.com
    Los esperamos

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  4. Texto de Patricia Jaraquides
    HORMIGAS CONTRA HUMANOS

    Las hormigas, pequeños insectos que ya conviven con nosotros, los humanos, casi

    sin darnos cuenta. Aparecen por cualquier rincón de la casa, se suben por la mesa

    en busca de comida para alimentarse… ¿Pero quiénes se creen que son? ¡Nos

    roban la comida! Con sus diminutas antenas, son capaces de oler todo lo que haya

    por su alrededor. Que sí, que pueden ser muy trabajadoras y todo lo demás, de eso

    no digo nada (porque es verdad), pero, ¿qué pasa, entonces, con nosotros? ¿No

    somos trabajadores, iguales que ellas? ¿No somos más fuertes, inteligentes y

    mejores que las hormigas? Ahora bien, mi pregunta es la siguiente: ¿Qué haríamos

    los humanos si tuviésemos esas “antenas” en la cabeza? Qué extraño, ¿verdad?

    Pero podríamos hacer muchas cosas, tal vez, oler más de lo que ya olemos,

    escuchar a grandes distancias, saber cuándo podemos hacer esto y aquello…

    Por el contrario, los humanos nos encargamos de apartarlas de nuestro

    camino, de darles un empujón con la mano y ¡zas! Hormiga que vuela, hormiga

    que se va. También le derrumbamos su casa, el hormiguero. ¡Hay que ver cómo

    somos! Entonces, ¿quiénes somos nosotros, sus enemigos? Porque, a ver, pensemos,

    las apartamos de nuestro lado, les tiramos sus casas y hasta las matamos. Habría

    que ver a las pobres hormigas tan grandes como los somos nosotros, a ver lo que

    nos harían… O habría que vernos a nosotros convertidos en seres diminutos, como

    ellas. Ahí seguro que seríamos incapaces de defendernos, por algo insignificante

    que fuera. Nos acobardaríamos a la más mínima y saldríamos huyendo –haciendo

    caso a nuestro instinto de supervivencia.

    De modo que, esta guerra entre hormigas y humanos, ha finalizado. Todo se

    queda como está, que por estar, está bastante bien.

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